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Malestar en la Sociedad Etnográfica de Ribadesella por la ausencia de Barbón en el Encuentro Astur-Cántabro

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Malestar en la Sociedad Etnográfica de Ribadesella por la ausencia de Barbón en el Encuentro Astur-Cántabro

El XII Encuentro Astur-Cántabro celebrado en Torrelavega el pasado sábado ha dejado una huella imborrable y algún que otro resquemor. El evento fue un éxito de organización y participación. El municipio cántabro se volcó con la celebración y el concejo de Ribadesella desplegó toda su artillería festiva para mantener viva una llama de fraternidad encendida por su Sociedad Etnográfica en el año 2088. Al final, la inesperada ausencia de Adrián Barbón no logró eclipsar el encuentro, aunque indignó a alguno a uno de sus promotores. Entre ellos, a Francisco Elías Pando: “Nuestro presidente brilló por su ausencia. Desconozco los motivos, pero la fecha se eligió tras consenso de los gabinetes de ambas Comunidades”, lamentó el presidente de la Etnográfica de Ribadesella.

            Esa destacada ausencia trastocó el protocolo institucional del encuentro. La delegación asturiana la encabezó la Consejera de Presidencia, Rita Camblor, “que nos representó muy dignamente, cumpliendo muy bien con su papel”, afirmó Elías Pando. Sin embargo, al no acudir Barbón, su homónimo cántabro tampoco acudió al acto institucional de la mañana. En él fue sustituido por el vicepresidente, Pablo Zuloaga, y los consejeros Paula Fernandez (Presidencia) y Javier Marcano (Industria y Turismo).

            Miguel Angel Revilla demoró su asistencia hasta la tarde, participando del resto de actividades hasta la noche y acompañando a la Sociedad Etnográfica durante el reparto de la degustación de pantrucu riosellano y sidra asturiana. Francisco Elías Pando esperaba lo mismo del presidente asturiano, pero no fue así. “Su ausencia se notó mucho por mas que hicieron por pasar un paño dejar aquello brillante”, lamentó. En ese sentido, Ribadesella fue un ejemplo con una delegación encabezada por el alcalde, Ramón Canal y tres de sus concejales, además de un autobús completo que viajó a la ciudad cántabra.

Desde que en 2008 Ribadesella acogió el primer Encuentro Astur-Cántabro ya se han celebrado doce ediciones que buscan sede para su continuidad. Para mantener la tradición, el año que viene debe celebrarse en un municipio asturiano aún por concretar. Sin embargo, al ser un año electoral “va a ser complicado para nuestros objetivos, porque dificulta enormemente la negociación”. Por ese motivo, la Etnográfica no descarta repetir sede, en cualquiera de los municipios asturianos que ya lo han acogido: Ribadesella, Ribadedeva, Ponga, Peñamellera Baja, Cangas de Onís o Llanera. “Eso sería mas fácil, pero tampoco queremos empezar a repetir tan pronto. Vamos a intentar tener nuevas adhesiones”, afirmó Elías Pando. De momento carecen de sede y desconocen el rumbo que tomará la decimotercera edición.

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