El monte Corveru de Ribadesella, el fascinante entorno de la Ermita de Guía, acogió esta tarde el acto civil de despedida a Marian Gevers, la siempre recordada hija del Belga. Marian falleció el pasado martes a los 69 años de edad en el Sanatorio Adaro de Langreo tras una prolongada hospitalización. Quienes bien la conocieron le rindieron hoy un homenaje póstumo, junto a la que fue su casa, un acto al que asistieron amigos y familiares.
Entre ellos el escritor local, Toni Silva, encargado de hacer la semblanza de esta riosellana de corazón que fue “trotamundos vocacional y profesional”, dijo. Nacida en Lisboa, Marian Gevers “llegó a hablar siete idiomas (español, francés, inglés, alemán, portugués, turco y farsi, una lengua persa), que le sirvieron para trabajar como traductora y directiva en Alemania durante dos décadas”.
Sus primeros estudios los realizó en el Liceo Francés de Madrid para mas tarde licenciarse en Derecho por la Universidad de Burdeos, Marian tenía “una inteligencia fuera de los común”. “Además de sus valores intelectuales, siempre hizo gala de sentido del humor, sensibilidad artística y musical, firmeza en la amistad y un posicionamiento político progresista y de izquierdas, o al menos de la izquierda tal como la conocimos y vivimos hace algún tiempo, antes de las corrupciones actuales”, relató Toni Silva.
Marian Gevers siempre se sintió asturiana y por esa razón los últimos años de su vida los ha pasado en “una casita modesta” en el Valle de Turón, “donde
guardaba sus pertenencias y los libros que había rescatado de la gran biblioteca de su padre en el monte Corveru, instalada en un búnker de hormigón hoy vacío y oculto por la maleza”.
Según Silva, la relación con su padre, el Belga, nunca fue buena y quizás por ese motivo, no ha querido abandonar este mundo sin dejar su impronta familiar, un legado en forma de película documental del director asturiano José Antonio Quirós. Se titula ‘La placa. Una familia’ y en ella “muestra la asendereada vida del Belga y su familia” siguiendo el “eje narrativo” de Marian Gevers, la segunda hija del Belga.
Sus cenizas se las llevo el viento en esa espectacular atalaya peninsular, esa estrecha lengua de tierra que le sirvió de morada familiar. Un cerro que su padre fue comprando, «parcela a parcela», para construir su casita y dar cumplimiento a la promesa que le hizo a su mujer Jenny Gutwirth, fallecida cuando Marian solo tenía dos años.

Toni Silva haciendo uso de la palabra junto al retraso tu cenizas de Marian