Estamos a viernes 9 de agosto y la peor noticia del verano ha hecho acto de presencia, una vez más en la villa de Ribadesella. La playa de Santa Marina vuelve a estar temporalmente cerrada al baño por contaminación, debido a las malas condiciones higiénico-sanitarias de sus aguas. En la megafonía se ha cerrado la jornada haciendo alusión a «condiciones de alto riesgo».
Esta vez, el cierre solo afecta a la zona centro del arenal. Al parecer, no se han detectado bacterias en la zona próxima al monte Somos. Sin embargo, la bandera roja con la que se prohíbe el baño se ha extendido a toda la playa debido, también, a la presencia de carabelas portuguesas y medusas, muy activas este verano.
El cierre parcial de la playa se comunicó hacia la una de la tarde, cuando el Ayuntamiento de Ribadesella recibió el informe correspondiente de la Consejería de Salud del Principado de Asturias, entidad que también lo ha anunciado en su web oficial en la que muestra la calidad sanitaria del agua de baño en todas las playas de Asturias (foto inferior).
Mañana sábado se presentarán los resultados de las últimas analíticas y mañana conoceremos mas detalles sobre la evolución de este nuevo episodio de cierre por contaminación. Ya ocurrió en agosto de 2020 y por dos ocasiones en 2023.
Da la casualidad de que esta misma semana, el pasado martes, el concejal de obras y servicios manifestaba su satisfacción con que la calidad del agua haya salvando el verano hasta ese día, haciendo alusión a las intervenciones llevadas a cabo para evitar vertidos: “Quiero entender que el trabajo realizado durante el invierno está dando sus frutos. Nosotros estamos haciendo muestreos semanales y todos dan buenos niveles, prácticamente los tenemos en cero. Esperemos que sigan así durante todo el verano”, afirmó Alejandro Alonso. Tres días después se anuncia el primer cierre por contaminación. Esperemos que sea el último.
Estado de la playa de Santa Marina tras el cierre del servicio diario de salvamento
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