Ha sido el primero y podría ser el último. Esta tarde ha quedado varado en seco un velero que llegó al puerto de Ribadesella hacia las cuatro y media de la tarde, con marea alta. El White Dolphin decidió amarrar a escasos metros después de la rampa la barca y tras bajar la marea enrocó, se quedó en seco, posado sobre la quilla del barco y apoyado sobre el muro del muelle. El lugar elegido para el amarre es totalmente inapropiado debido al escaso calado.
El velero pertenece a una asociación que se dedica a la ayuda de personas en dificultad a través de la enseñanza de oficios marinos. Sus sedes están en Finisterre, Marsella y París. Les deseamos suerte y que cuando suba la marea, el buque se ponga a flote con normalidad y sin daños.
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