La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha presentado alegaciones al complejo de tratamiento de residuos que la empresa Gutram quiere abrir en El Peral, localidad perteneciente al concejo de Ribadedeva.
La Coordinadora Ecologista entiende que la actividad solicitada no resulta compatible con la ordenación urbanística de la parcela. Esta está ubicada en el núcleo urbano de El Peral, “dentro de la trama urbana de dicha población”. Así mismo, las viviendas más cercanas a la planta se encuentran a una distancia comprendida entre 20 y 112 metros. Además, en las proximidades también hay un establecimiento de uso hostelero y dos hoteles. “No se cumplen por tanto las distancias establecidas en el Plan General Ordenación de Ribadedeva”, afirman en su alegación.
Asegura además que se trata de una instalación recogida como actividad “potencialmente contaminadora de la atmosfera y por lo tanto incompatible con estar ubicada en medio de una población y al lado de varios negocios hosteleros, que sufrirían el ruido, el polvo y las posibles contaminaciones de las aguas de la zona”.
Tampoco se tiene en cuenta el impacto visual de la actividad en una zona urbana, “donde el 80% de la superficie usada va ser en el exterior, no se concreta ni la altura de los materiales a tratar, ni la altura de los residuos tratados ni cómo se van almacenar en una parcela con una considerable inclinación, que tiene una amplia cuenca visual”.
El proyecto se plantea para tratar 56.000 toneladas al año de residuos “molestos, nocivos y peligrosos” con los consiguientes impactos. Entre ellos, residuos metálicos (950 m2 en la intemperie), residuos procedentes de la construcción y demolición (841 m2 en una nueva nave a construir), vehículos fuera de uso (856 m2), aparatos eléctricos y electrónicos (454 m2) y residuos CTR (200 m2).
La Coordinadora cree que esta planta es una amenaza para las decenas de empleo que ofrecen los establecimientos hosteleros de la zona ya que perderán turistas. En el proyecto presentado, tampoco “vemos un estudio económico, que tenga en cuenta el impacto de la actividad sobre la mencionada actividad turística, ni un estudio que valore la depreciación de las viviendas de la población que se van a ver afectadas por la actividad”.