El martes les hablábamos de un vertido de origen desconocido en el rio Ereba, entre Nueva y la playa de Cuevas del Mar, asunto que está investigando el Ayuntamiento de Llanes y hoy tenemos que hablarles de otro problema paisajístico y ambiental localizado a las puertas de esa hermosa playa.
Nos referimos a la antigua piscifactoría de Cuevas del Mar, instalación que lleva ocho años abandonada y que se ha convertido en una estructura fantasmagórica de la que han comenzado a brotar vertidos de aguas corrosivas. Por ese motivo, la Coordinadora Ecologista de Asturias ha solicitado su inmediata demolición. Esta antigua instalación industrial ocupa una superficie de 6.000 m2 y según la Coordinadora, es de propiedad municipal. Por lo tanto, es el Ayuntamiento de Llanes quien debe iniciar el proceso de derribo.
Según denuncia, sus instalaciones, edificios, túneles de captación de agua marina, tuberías, depósitos, cuadros eléctricos, toldos, vivienda dentro del recinto de la piscifactoría y demás materiales industriales “se encuentran en total deterioro tras el abandono y saqueo de parte de los materiales con el correspondiente riesgo para el medio ambiente y para las personas que se adentren en las instalaciones”.
Entienden que “existe peligro” en los túneles que dan acceso a la cueva marina desde donde se captaba el agua para uso de la piscifactoría, túneles de longitud aproximada de 200 metros con elementos como las escaleras de acceso a la cueva de captación de aguas que se encuentran corroídas por la acción del salitre.
Pero, además, desde el pasado mes de marzo se observa “el vertido al subsuelo de un líquido con fuertes olores procedente de un depósito de estas instalaciones, a una distancia de 30 metros de la playa y del bocal del rio Ereba”. Este vertido, que puede verse en la imagen inferior, ha sido denunciado por la Coordinadora a las diferentes administraciones “sin que tomen ninguna medida para evitar tales vertidos”.
Dada su situación, el colectivo ha pedido un plan de desmantelamiento y la retirada de los elementos contaminantes que se encuentran en la zona, así como una gestión adecuada de los residuos allí presentes. Un plan que incluya la recuperación para el uso público del amplio espacio que ocupa una instalación que abrió como criadero de rodaballos para mas tarde dedicarse a la cría de pulpos. Ninguna de las dos iniciativas se desarrolló con el éxito esperado.
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