La cueva Tito Bustillo de Ribadesella recuperará la luz perdida hace veinte años gracias a las obras de conservación y mejora que la Consejería de Cultura está ejecutando en el edificio de acceso a la caverna paleolítica riosellana. Los trabajos, que comenzaron el 29 de diciembre pasado con un presupuesto de 241.297 euros, recibieron este jueves la visita de la consejera, Berta Piñán y el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, acompañados por el alcalde de Ribadesella, Ramón Canal.
La obra va camino de los tres meses, pero aún queda mucho por hacer ya que el plazo de ejecución es de ocho. La semana pasada comenzaba la demolición del anexo construido a principios de siglo a través del Plan de Excelencia Turística. De esta forma se quiere recuperar el patio original del inmueble que en 1988 había proyectado Fernando Nanclares. “Un patio que será ajardinado y que se recupera para uso recreativo dentro del edificio de acceso, ganando en claridad y en luz, porque la obra permite recuperar la luz de un edificio que estaba en penumbra”, aseguró la consejera.
A pesar de las “dificultades” en el inicio de las obras, Berta Piñán se mostró contenta y satisfecha con el trabajo realizado durante estos primeros meses. “Esto es un gran abance para una joya indiscutible del Patrimonio de la humanidad”, afirmó. La mayor parte de la inversión, en concreto 191.288 euros, se destina a las demoliciones y reparaciones del inmueble mientras que el resto se orienta a la mejora de la pasarela sobre el río San Miguel que da acceso al túnel de entrada a la cueva. Esta pasarela ha sufrido daños debido al ambiente salino del entorno, por lo que se han aplicado los tratamientos de conservación necesarios. A su vez, esta semana se está colocando la nueva barandilla, con un diseño moderno y armónico con el paraje.
La Consejería de Cultura aún no se sabe la utilidad que se le dará a la antigua cafetería o al aula didáctica, ubicada ésta en otro edificio independiente. Todos los espacios expositivos de este complejo paleolítico seguirán ubicados en el Centro de Arte Rupestre situado a escasos doscientos metros de la entrada de la cueva. Un centro que el año pasado recibió la visita de 37.000 personas y que dentro de trece días incorporará los recorridos guiados por la cueva original.
Esta iniciará la temporada turística con tres semanas de retraso debido a las obras. De hecho, abrirá sus puertas, aunque las obras sigan presentes. Lo hará el miércoles 22 de marzo “sin ningún impedimento”. Para esa fecha, la barandilla de la pasarela estará concluida y “no habrá ningún problema para el acceso a la cueva y su normal apertura”, insistió la consejera. La temporada comenzará con el habitual de visitantes, 150 personas diarias repartidas en diez pases, de miércoles a domingo y de 10:15 (primer pase) a 17:00 horas (último pase). La cueva permanecerá abierta hasta el 29 de octubre.
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