Un equipo de submarinistas conseguía sacar a flote la embarcación recreativa que ayer amaneció hundida en el puerto deportivo de Ribadesella. La meticulosa operación de rescate se prolongó durante casi cuatro horas. El resultado no pudo ser mejor. El barco no sufrió mas daños que los que ya tenía como consecuencia de su inesperado naufragio.
Según contó su propietario, el barco estaba siendo sometido a las rutinarias labores de mantenimiento. Desde el cambio de filtros y aceite, hasta los correspondientes ajustes de hélices y motor o el pulido exterior de su casco y cubierta. Se realizaron las correspondientes navegaciones de prueba y se dejó atracado en el lugar donde apareció sumergido.
Aún se desconoce la causa exacta de su naufragio, pero se cree que pudo deberse a un fallo o a la rotura de la bomba de baldeo.