Saúl Craviotto hizo historia este jueves en las Olimpiadas de París al lograr la medalla de bronce junto a Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade en el K4 500 y convertirse con ello en el deportista español con más medallas olímpicas, seis, una más que el también piragüista David Cal.
Aunque estuvo cerca del oro ansiado con la embarcación estandarte del piragüismo nacional y se tuvo que ‘conformar’ con el bronce, Craviotto pasa con letras de oro a la primera página, pero ahora en solitario. Hoy ha añadido este tercer puesto en París al oro en K2 500 en Pekín 2008; una plata en K1 200 en Londres 2012; un oro en K2 500 y un bronce en K1 200 en Rio 2016 y una plata en Tokio 2020 en el K4 500.
El K4 español, subcampeón olímpico en la capital japonesa hace cuatro años, soñó una vez más con el oro, pero acabó cediendo al habitual empuje final de los alemanes y a una embarcación australiana que ya se había postulado al podio en las semifinales.
En la final de este jueves en París, Craviotto -Policía Nacional en Gijón-, estuvo arropado por dos asturianos del concejo de Parres, la Vicepresidenta del Gobierno, Gimena Llamedo y el presidente de la Real Federación Española de Piragüismo, Javier Hernánz, olímpico en 2004 y 2016. Los tres estuvieron acompañados por José Perurena, otro deportista olímpico y por el Ministro de Justicia, Félix Bolaños.
El equipo asturiano lo completan el luanquín Miguel García, entrenador del equipo español de velocidad, su ayudante Alvaro Fernández Fiuza y el fisioterapeuta cangués, Julián Valera, que se ocupa única y exclusivamente de mantener debidamente tonificados los músculos de los tripulantes de la K4 masculina.
La asturiana Sara Ouzande, que compitió en la K4 500 femenina, no corrió la misma suerte que Craviotto ya que junto a sus compañeras de embarcación finalizó en sexta posición, obteniendo el Diploma Olímpico. Hoy también consiguió medalla de bronce la C2 de Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez en la misma distancia de los 500 metros.