La Fiesta de les Piragües está cambiando de rumbo y de hábitos. Se veía venir en las últimas ediciones previas a la pandemia y se confirmó este año. El número de campistas sigue en recesión, pero no se puede decir lo mismo el de la afluencia de público en la villa de Ribadesella. Los datos facilitados por el Ayuntamiento reflejan que la ocupación de la acampada oficial ubicada en el Prau de San Juan y gestionada por el Rompiente FS descendió un 6% en relación al Sella de 2019. “Es decir, aunque tuvimos mas afluencia de personas que en otras ediciones, los campistas son menos. Las costumbres cambian. En vez de venir de acampada, la gente viene y se marcha en el mismo día”, afirmó el alcalde Ramón Canal.
Nada tienen que ver estas piraguas con las que se vivieron hace una década con acampadas oficiales en El Malecón-Instituto, en El Cobayu, en el Prau de San Juan o incluso en La Mediana. Este año no fue necesaria la ampliación hacia este último lugar, aunque estaba programado habilitar ese resorte en caso de escasez de espacio en el Prau de San Juan. Tampoco se parecen nada a las piraguas de acampada libre en las que cada cual plantaba su tienda allí donde existía un pequeño parterre. “Años en los que había muchísima mas acampada que ahora, pero las tendencias y las costumbres cambian”, añadió el regidor.
Canal calificó como “magnífica” la planificación, organización y limpieza posterior a la fiesta, “gracias a la coordinación, eficacia y eficiencia” de los equipos municipales que estuvieron activos durante los últimos seis días. En total se emplearon 379 jornadas de operarios de limpieza y actuaron 27 barredoras, 42 recolectores, 35 baldeadoras y decapadoras, 17 cubas de aguas regando las calles, nueve caminos de caja abierta, dos furgones taller para atender las averías de la maquinaria, 17 porter de barredores y 6 de baldeo mas un pickup de coordinación. Un equipo que logró retirar alrededor de 200 Tn de basura, “que si lo mides en plástico y algo de vidrio como residuos fundamentales, son muchos contenedores de basura”, reseñó Canal.
El alcalde cree que a día de hoy se habrá llegado a mas del 90% de los lugares del concejo ocupados por la fiesta, “aunque siempre queda algún rincón con malos olores a los que es difícil llegar” y sobre los que se incidirá a lo largo de esta semana. Así la villa está alcanzando poco a poco el “perfecto estado de revista” gracias también a la actuación del retén de obras y servicios del Ayuntamiento “que estuvo toda la semana trabajando intensamente en diferentes actuaciones”.
Además, Ramón Canal destacó que los protocolos de tráfico y seguridad funcionaron “perfectamente” y se mostró satisfecho por “el civismo y la tranquilidad que imperó en todo el desarrollo de la semana de piraguas”. Es mas, dada la magnitud de personas y la afluencia de gente durante los cinco días principales de fiesta las intervenciones requeridas han sido, a su juicio, “insignificantes”.
