Los usuarios del puerto deportivo de Ribadesella se encontraron esta mañana con una desagradable sorpresa, el hundimiento de una de las embarcaciones de recreo que estaba amarrada en la parte exterior de un pantalán, en el canal de entrada al puerto.
El barco, de 11 metros de eslora, se encontraba en proceso de reparación. Sus nuevos propietarios llevaban varias semanas trabajando en su acondicionamiento y desconocen el motivo exacto de su naufragio. Ahora estudian la forma de sacarlo a flote.
En principio de descarta un acto vandálico, aunque hay que recordar que en el mes de marzo pasado diez embarcaciones amarradas en este mismo puerto habían sido víctimas de un robo en serie.
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