
El lobo está cada vez más cerca de las viviendas y para muestra, lo ocurrido recientemente en el barrio El Ganciosu de La Borbolla, en el concejo de Llanes. En la madrugada del pasado jueves un lobo mató dos ovejas en el jardín de la casa donde residen Marta Romero y tres personas mas, una de ellas de avanzada edad. El ataque se produjo a escasos 50 metros de la puerta de entrada. Esta familia tenía seis ovejas sueltas en el jardín para mantenerlo limpio y en estos momentos les quedan cuatro, aunque nadie descarta que regrese otra noche.
Tras el ataque, esta familia ganadera dio parte a la guardería rural y ésta confirmó que el ataque fue llevado a cabo por un lobo, recomendando guardar las ovejas durante la noche o cobrar los daños de indemnización que suelen rondar los 110 euros por cada oveja. “Nosotros no queremos ese dinero, queremos vivir tranquilos y que erradiquen el problema para que no nos maten las ovejas”, afirmó Marta Romero.
Esta familia ya no está tranquila. Ahora teme salir de noche al jardín porque si esto pasa cuando aún hay muchos animales en la Sierra del Cuera, “qué pasará cuando bajen”, se preguntó. Llevan toda la vida dedicados al campo, tienen una explotación ganadera y creen que si el lobo ha atacado a las ovejas “también puede atacar a nuestras vacas o a los terneros recién nacidos”.
Esta explotación forma parte de GANAGRI, la Asociación de Agricultores y Ganaderos del concejo de Llanes, colectivo que ha encuestado a sus socios para conocer el nivel de daños a lo largo de este año 2024. A la misma contestaron 17 de los 80 socios, sumando 268 animales muertos entre cabezas ovinas, caprinas y bovinas, de los que solo el 40% han sido certificados por la guardería. Además, hay animales que mueren y “acaban devorados por las alimañas así que nunca puedes certificar su desaparición”, añadió Marta Romero.
GANAGRI exige sacar al lobo del LESPRE de una vez por todas, tal y como aprobó el Congreso de los Diputados hace seis meses. “Europa ya nos ha escuchado, sin embargo el gobierno de España sigue en contra de nuestra actividad”, afirma el colectivo en un comunicado. Sus socios están “malvendiendo” los rebaños de cabras y ovejas porque “no quieren seguir dando de comer al lobo”. una especie salvaje que, según Marta Romero, va camino de convertirse en doméstica, “en mascota”.
En el año 2015 en la Sierra del Cuera y sus alrededores pastaban 13.000 ovejas y cabras. En el 2020 la cifra bajó a 8.500 cabezas. Después de tres años del lobo en el LESPRE, sospechan que esa cifra se habrá reducido aún más. Cuando conozcamos la cantidad, se comprobará que es un error tener al lobo sobreprotegido en contra de lo que dicta Europa y la mayoría de la Cámara Baja española.
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