Salvar vidas en la mar con la ayuda de un dron acuático ya es posible gracias a las nuevas tecnologías y a la notable aportación de la denominada Industria 4.0 a los servicios de emergencias. De ello saben mucho en MLC Consulting, empresa valenciana que tiene en exclusiva para España la distribución del Dolphin 1, un vehículo a control remoto de Ocean Alpha. Este dron acuático fue testado este jueves en la playa de Ribadesella por los responsables de Cruz Roja en Asturias.
Las pruebas se realizaron en el arenal de Santa Marina bajo la supervisión de los técnicos de la empresa y la atenta mirada de David del Valle, director de salud y emergencias de Cruz Roja. “Lo que queremos es analizar su aplicabilidad a distintos entornos, tanto en playas como espacios fluviales, para ver de que forma puede contribuir a reducir los ahogamientos y a facilitar el trabajo de las personas y de los profesionales de la mar”, explicó.
En los ensayos también participaron otros vehículos de la organización como embarcaciones náuticas y motos acuáticas, un grupo de voluntarios y el presidente de la asamblea local de Ribadesella, Alejandro Barrero, además del teniente alcalde del concejo, Luís Fuentes, bombero de profesión. Todos pudieron comprobar el comportamiento del Dolphin 1, “el eslabón que faltaba para apoyar al socorrista en labores de salvamento”, aseguró Mario José Fernández, técnico de MLC Consulting. Es decir, no viene para sustituir a los socorristas, sino a convertirse en una herramienta mas de apoyo para las situaciones críticas, aquellas en las que también pueda peligrar la vida del socorrista.
Según explicó, es un vehículo mucho mas “versátil” que zodiacs y motos ya que “se pone en marcha en segundos”. Solo pesa 13 kilogramos y tiene capacidad para remolcar a dos personas gracias a sus dos potentes turbinas de agua con las que puede avanzar 4 metros por segundo. El alcance del mando a distancia es de 500 metros y las baterías tienen una autonomía de media hora a pleno rendimiento.
Cruz Roja Asturias considera que podría ser una buena herramienta de trabajo no solo para el período estival en las playas donde presta su servicio de salvamento, sino también para el resto del año, “porque cada vez es mayor la población asturiana que practica todo tipo de deportes acuáticos y nuestro compromiso pasa por colaborar en seguridad junto al servicio de emergencias del Principado”, añadió Del Valle.
Este dron acuático fue testado el pasado verano en las playas que gestiona Cruz Roja en Valencia y Alicante. Ahora se está analizando su posible implementación en las labores que la organización presta en la costa asturiana. Todo dependerá de su capacidad portante tanto a la hora de llegar a la víctima como a la hora de auxiliarla, aunque este tipo de pruebas, como la realizada en la playa de Ribadesella, también puede servir para que sus diseñadores “puedan introducir cambios y mejoras en el equipo”.