La carretera de Sardalla, la RS-2 de Ribadesella, va camino de los veinte días cerrada al tráfico entre La Piconera y La Curva, como consecuencia de la lengua de barro que la sepultó el 19 de junio pasado. El Ayuntamiento ha decidido mantenerla cerrada “ante el peligro que encierra esa ladera, que podría desplomarse de nuevo”, aseguró en COPE el concejal de seguridad y tráfico, José Luís Díaz Bermúdez.
Tras recibir el asesoramiento técnico del Principado la solución pasa por la construcción de una escollera “de considerables dimensiones capaz de aguantar toda esa tierra”. Una actuación “muy gruesa y de cierto calado tanto por la infraestructura que requiere como por lo que comporta económicamente”, añadió
El concejal lamentó que tenga que seguir cerrada, «ya que sabemos que está causando numerosos inconvenientes, pero nadie nos garantiza que el desprendimiento se siga reproduciendo». Esta semana se hablará con uno de los propietarios de las fincas afectadas para concretar la solución definitiva. El coste definitivo dependerá de «si deben realizarse hincas o no, pero la cifra es alta y elevada», añadió Díaz Bermúdez.
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