El proyecto de apartamentos tutelados o unidades de convivencia para personas mayores que el Principado de Asturias quiere crear en la Casa del Mar de Ribadesella está pendiente de un hilo. La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar cuenta con la financiación necesaria para ejecutar un proyecto que, a su juicio, encaja a la perfección tanto en la filosofía del nuevo programa de residencias como en las características del inmueble. Sin embargo, el Ayuntamiento de Ribadesella debe entregarlo completamente vacío y libre de cargas.
La Casa del Mar estaba ocupada por varios colectivos e instituciones. Entre ellos, el Instituto Social de la Marina, Capitanía Marítima y la Asociación de Amas de Casa Virgen de Covadonga que ya han desalojado sus locales. Pero hay un cuarto colectivo, la Asociación de Pensionistas Virgen de Guía, “que se está resistiendo un poco a abandonarlo y nos está generando problemas”, aseguró el alcalde.
No obstante, Ramón Canal confía en alcanzar un entendimiento “lo mas pronto posible para no poner en peligro la subvención” y para evitar otras medidas de fuerza. “Espero que por culpa de eso no tengamos que ir a los tribunales para resolver un problema que se alargue en el tiempo y perdamos esta importante inversión”, añadió.
El Ayuntamiento les ha ofertado otro local en un bajo del barrio de El Cobayu, pero la asociación sigue si aceptarlo. Viene utilizando los locales de la Casa del Mar desde su inauguración en el Campo les Rolles de Ribadesella hace mas de 25 años. Ahora, el Principado pretende utilizar ese edificio como “plan piloto” en el que asentar las bases del nuevo modelo residencial para personas mayores.
Según las previsiones iniciales, el inmueble tendrá capacidad para crear dos unidades de convivencia con siete u ocho personas por unidad que han de ser completamente autónomas para realizar las actividades básicas y ordinarias de la vida diaria sin la ayuda de otra persona. Cada una de ellas dispondrá de un apartamento individual con diferentes servicios propios mientras que otros serán compartidos en espacios comunes. Los residentes se encargarían de aprobar sus propias normas de gestión.