Las obras de urbanización de la avenida de Tito Bustillo están a punto de concluir. Lo harán dos años y medio después de su inicio. Habían comenzado en marzo de 2018 y tras los problemas surgidos con la empresa adjudicataria se fueron retrasando y paralizando hasta su reanudación en el mes de agosto pasado. Por fin, esa calle recupera parte de su normalidad. “La idea es que la semana que viene quede todo rematado y terminado”, dijo el alcalde Ramón Canal.
A día de hoy solo quedan pequeños detalles, así que se concluida antes del plazo previsto tras la prórroga solicitada al Estado para no perder la subvención del 1% Cultural. Ahora bien, las intenciones del equipo de Gobierno pasan por mejorar el proyecto cuando el tiempo y las condiciones lo permitan, “porque ahora nos hemos tenido que ajustar al proyecto original o no hemos podido cambiar el pavimento de la senda peatonal”, añadió el regidor.
Lo que sí se ha cambiado son los separadores viales que antes eran de hormigón y ahora son de caucho. Se pintó toda la señalización horizontal en el entorno del Centro de Arte Rupestre y del polideportivo. Se repararon las barandillas que limitan con la ría. Se suprimió la pasarela elevada hasta convertirla en un mirador-observatorio, creando una senda amplia en Picu Ramonón y se resolvió el enlace del carril-bici y de la senda peatonal por detrás del polideportivo.
Aún así, aún hay mucho por mejorar. Entre otras cosas, el pavimento que se ha colocado a la entrada de la cueva Tito Bustillo. “Eso hay que fresarlo porque las planchas de hormigón unidas por adoquines están a distintos niveles, vamos que si se hace a mala leche no se consigue hacer mejor”, afirmó el alcalde. Por lo tanto, la solución pasa por el fresado toda de la plataforma para alinear las diferencias de altura, “aunque eso no lo podemos hacer ahora porque está fuera de proyecto”. “Dentro de lo malo ahora está bastante bien”, afirmó Ramón Canal.