Llevan mas de veinte años soportando la misma situación y están cansados. Los vecinos de la zona occidental del concejo de Ribadesella, las viviendas y pueblos que se sitúan a la izquierda de la desembocadura del Sella, siguen sobrellevando como pueden la turbidez del agua que llega a sus hogares. Los últimos en alzar la voz han sido los habitantes de Astursella y La Corbeta Oeste. La turbidez es tal que el agua no sirve para nada. Ni para beber, ni para lavarse, ni para cocinar y mucho menos para hacer la colada. Están hartos y piden soluciones.
El problema sigue presente desde que las obras de construcción del túnel del Ordovícico del Fabar, en la Autovía del Cantábrico (A8) provocaron la desaparición de los históricos manantiales de Berbes en el año 2002. Desde entonces todo son penurias a pesar de las numerosas inversiones realizadas. Entre ellas, una Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) en Berbes o un macro depósito regulador junto al mismo túnel para regular y controlar la calidad de las aguas de infiltración procedentes de ese túnel.
Millonarias inversiones que han servido para poco porque el agua sigue llegando turbia a la mayor parte de los pueblos y barrios de esa zona. El actual concejal de obras y servicios, Alejandro Alonso, asegura que esos problemas solo se producen en “momentos puntuales”. Reconoce que la red de abastecimiento no es buena, “pero hay unos mantenimientos y limpiezas que se realizan y todas las captaciones que abastecen a la zona, la de Torre y la de Berbes, cuentan con los filtros correspondientes”, explicó.
PLAYA DE SANTA MARINA.- Entre tanto, las aguas de la playa de Santa Marina siguen recibiendo carabelas portuguesas y medusas, con algún que otro sobresalto para los bañistas. Por suerte, la calidad del agua va salvando el verano después de los problemas de contaminación orgánica detectados en veranos anteriores. “Quiero entender que el trabajo realizado durante el invierno está dando sus frutos. Nosotros estamos haciendo muestreos semanales y todos dan buenos niveles, prácticamente los tenemos en cero. Esperemos que sigan así durante todo el verano”, añadió Alejandro Alonso.