Podemos Llanes ha denunciado al Ayuntamiento de Llanes ante la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), por la existencia de un vertido de aguas negras, sin ningún tipo de depuración previa, así como por la colocación de una tubería que las deriva hacia un arroyo próximo a la instalación depuradora. Este arroyo vierte sus aguas directamente al río San Miguel, tras pasar bajo la carretera LLN-14 y a escasos metros del núcleo rural de Riocaliente. Según la formación, estas actuaciones «incumplen el artículo 100.1 y 100.4 del Texto Refundido de la Ley de Aguas».
La instalación está situada en Ardisana y forma parte de una red de depuradoras de bajo coste, instaladas en las cuencas de los ríos San Miguel y Las Cabras-Bedón que se unen finalmente, para formar el río Bedón. Según consta en la propia web de CHC, el titular de todas ellas es el Ayuntamiento de Llanes. «Todas las depuradoras de esta red están incluidas en la red de vertidos autorizados por CHC en unas determinadas condiciones, entre las que, naturalmente, no se incluyen las aguas residuales sin ningún tipo de depuración», añade Podemos en un comunicado.
La formación quiere conocer el tipo de mantenimiento que realiza el Ayuntamiento en instalaciones como la depuradora de Ardisana y pretende que la CHC inicie un procedimiento sancionador y de determinación del daño causado a la calidad de las aguas contra el Ayuntamiento de Llanes «como responsable de un vertido no autorizado».
También pide la liquidación del canon de control de vertido y estudiar la posibilidad de revocar la autorización del vertido hasta que las condiciones de la instalación no sean las idóneas para cumplir su función.
También propone inspeccionar el resto de instalaciones de depuración de la zona (Ardisana, Palacio de Ardisana, La Malatería, Meré, Cueto de Meré, Los Callejos y Villanueva de Ardisana), porque «dada su antigüedad, podrían encontrarse en el mismo estado de abandono y dejadez».
Podemos también quiere que el Ayuntamiento de Llanes explique «cómo y a quién, se le paga un mantenimiento inexistente» y si está haciendo «un uso adecuado del dinero que recibe, por parte del Principado, para esa función».
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