La inauguración del Edificio Toraño, celebrada ayer en la antigua finca de El Concilio de Ribadesella, se convirtió en un homenaje póstumo de la promotora Desarrollos Briomar a José Luís Valdés, la persona que durante mas de treinta años luchó para hacer posible una realidad que nunca pudo ver. Sí estuvo presente su hermano. Una placa en su memoria, colocada en la fachada oeste del edificio, recordará para siempre a José Luís.
El encargado de bendecir el inmueble fue el párroco de Ribadesella, José Ramón Fernández Abad, que destacó el papel del homenajeado y la coincidencia del acto con el fin de semana en el que debería celebrarse la Fiesta de la Virgen de Guía, patrona de los marineros de Ribadesella.
De hecho, el Edificio Toraño cuenta con unas extraordinarias panorámicas a los puertos pesquero y deportivo, a la villa de Ribadesella y al estuario del Sella. Su privilegiada situación así se lo permite. Incluso cuenta con vistas a la Ermita de Guía desde algunos puntos concretos de la construcción.
Esa bendición tuvo lugar en el sótano del inmueble, en la segunda plata de aparcamiento, la que tantos problemas dio a la construcción debido a las continuas filtraciones de agua. Al final, una espectacular obra de ingeniería evitó el problema y mañana lunes se entregan los títulos de propiedad de las 62 plazas de aparcamiento y las 17 viviendas allí construidas, una de ellas doble.
La inauguración finalizó con una pequeña espicha, tal y como siempre quiso su impulsor y defensor, José Luís Valdés.
Desarrollos Brimar, iniciará en breve una segunda promoción de viviendas justo enfrente, al otro lado de la carretera. Se trata del Edificio Puerta Santa Marina. Su estructura será similar al Edificio Toraño.