Los ribereños del Sella pedirán la suspensión de la navegación turística en el río si el Principado decide paralizar la temporada de pesca deportiva tal y como ayer solicitaron los ecologistas. “Si a nosotros nos prohíben pescar porque el río está bajo, deben prohibir también la navegación, porque esta actividad está haciendo muchísimo daño al río y de eso no habla nadie”, se quejó Kiko García ‘El Molinero’.
Los ribereños no quieren ser los únicos “damnificados” por la sequía, no quieren ser los únicos que paguen los platos rotos. “O jugamos todos o rompemos la baraja, pero si prohíben la pesca, las canoas también, aunque tengan que indemnizar a las empresas, porque con estos niveles de agua los turistas tienen que bajarse de la canoa y remueven todo el cauce del río”, añadió García. Además de la basura que van dejando por el río en cada una de sus excursiones.
Los ribereños del Sella lamentan que los ecologistas no hayan dicho nada aún sobre la continua muerte de alevines de salmón en la central eléctrica de Cañu. Se trata de alevines nacidos en los desoves naturales del río que quedan atrapados y son succionados por la maquinaria que tiene la central para la extracción de las hojas que caen al río. “Estamos hablando de miles de alevines que cada día corren el mismo riesgo y nadie hace nada. Hace años era el Guarda Mayor del Sella quien se encargaba de este asunto, pero ahora no hay nadie que se ocupe”.
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