La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) llevó a cabo durante 2021 un total de 193 actuaciones de acondicionamiento, conservación y mejora de los cauces en ríos y arroyos de Asturias. Se realizaron estos trabajos en un total de 45 municipios de la comunidad, con una inversión de 2.295.716 euros.
Las actuaciones llevadas a cabo en el oriente de Asturias se centraron, fundamentalmente en la cuenca del río Sella. Así, se intervino en el río Ponga en Vega de Sebarga (Amieva) y en varios puntos del concejo de Cangas de Onís: en el río Güeña (Intriago, Corao y Puente Cortizo), en el arroyo Zardón (Agüera) o en el mismo río Sella (Caño y Las Rozas). También se concretaron cinco actuaciones en el concejo de Parres: tres en el Sella (Arriondas, Intrialgo y La Uña), una en el río Dego (Dego) y otra en el río Chico (Arriondas).
En el concejo de Llanes se actuó en la Riega del Valle (Riocaliente) y en el río Bedón (Frieras y San Martín). En Onís se hicieron trabajos en la riega La Collada (La Robellada). En Peñamellera Baja, en el arroyo El Molino (Siejo), en Mazo y en el río Deva (Buelles). Y en Ribadedeva, en arroyo La Llongar (Pimiangu), arroyo Las Tablucas (El Peral) y arroyo de La Franca (La Franca).
Sin embargo, el concejo que concentró mayor número de actuaciones fue el de Piloña con diez intervenciones en el río La Marea (Los Cuetos), río Tendi (Sevares y Caldevilla), río Color (Piscifactoría de Sevares), río Espinaredo (Tabayón y Molino de Rotura) y río Piloña (Villamayor, Migoya y Soto de Dueñas, aunque esta última localidad pertenece al concejo de Parres).
Según explica la Confederación Hidrográfica en un comunicado, las actuaciones de conservación y mantenimiento de cauces que realiza tienen como objetivo “mejorar o mantener el buen estado de nuestros entornos fluviales y prevenir, en la medida de lo posible, desbordamientos en avenidas”.
En muchas de ellas se ha acometido la restauración de la vegetación de ribera en orillas erosionadas para, además de contener esta erosión e incrementar su estabilidad, favorecer la importante función ecológica que la vegetación desarrolla en los ecosistemas fluviales al regular el microclima del río, acoger a un gran número de especies o contribuir a su movilidad.
No obstante, la CHC recuerda que, en relación con la prevención de inundaciones, “estas actuaciones solo resultan adecuadas y eficaces para pequeñas avenidas y en tramos con obstrucciones o de capacidad hidráulica reducida”. En estas zonas se han realizado retiradas de restos vegetales (tocones, ramas, troncos, etcétera), tala y poda de árboles en peligro de caída o el acondicionamiento de los áridos causantes de los taponamientos.