La rehabilitación energética iniciada este año en el bloque nº 4 de El Cobayu de Ribadesella ha entrado en su recta final. Estos días comenzaba la retirada del andamiaje que rodea el edificio y ha sacado a la luz el color amarillo elegido por la comunidad de propietarios en los elementos ornamentales, demostrando así que no son nada supersticiosos. “Seguro que no, pero al margen de este detalle irrelevante, gracias a este color se ha remarcado un poco mas la variedad cromática que se está implantando en el barrio”, destacó Carlos Rey, arquitecto del estudio Esteno, encargado de la dirección técnica de las obras. A día de hoy ya se han utilizado todas las tonalidades que se habían establecido en el catálogo inicial del proyecto. Uno de ellos, el azul, se ha repetido y el año pasado, a petición de la comunidad de propietarios del bloque nº 5, se incorporó el rojo, una coloración que no esta prevista inicialmente.
La cuarta fase del Area de Regeneración y Reordenación Urbana (ARRU) de El Cobayu ha entrado en una fase muy avanzada. Las obras deben certificarse antes de que finalice el año. Concluido el acabado cerámico en las cuatro fachadas, esta semana se colocaban las placas de composite de aluminio. “Aun quedan tareas y remates por hacer, como la colocación de los tendederos o la celosía que se situará en dos de sus fachadas, en la zona de los portales, pero la parte gruesa está ya rematada”, añadió Carlos Rey.
Entre las actuaciones pendientes también se incluye el remate final de la fachada de la planta baja donde se ubica el único establecimiento de hostelería del barrio (Bar Gaspar). Su presencia en esta obra solo requirió del establecimiento de mas medidas de seguridad y «afortunadamente no se registraron incidencias destacadas». La actividad del bar durante todo el verano y el periodo de duración de la obra se desarrolló de manera “normal”. En cuanto se certifique esta parte de obra civil, el Ayuntamiento de Ribadesella afrontará las actuaciones urbanísticas complementarias que tenga programadas para un edificio que cuenta, además, con un castro para la práctica del juego de los bolos y un espacio de terraza.
Hasta la fecha, en El Cobayu se han rehabilitado seis de los doce inmuebles que lo constituyen. Quedan la mitad y tanto el Ayuntamiento de Ribadesella como el estudio de arquitectura Esteno confían en que pueda acelerarse su conclusión con los fondos europeos de recuperación y resiliencia. “Hay muchas ilusiones y esperanzas depositadas en esos fondos, esperemos que cumplan con las previsiones, generen actividad y sirvan para mejorar el parque residencial construido y se traduzca en que El Cobayu pueda recibir alguna aportación adicional que permita finalizar en un plazo un poco mas rápido del que se ha venido desarrollando hasta ahora”, vaticinó Rey. En todo caso, la voluntad del equipo municipal de Gobierno pasa por dar continuidad y rematar la actuación año tras año.
Cuatro de los seis bloques rehabilitados hasta la fecha
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