
Arriondas anda de susto en susto. Tras el incendio extinguido por los bomberos en un ático de la calle Juan Carlos I el pasado sábado, los efectivos de emergencias regresaban a la capital parraguesa en la noche de ayer a la misma zona, junto a la Casa de Cultura. En esta ocasión no había incendio alguno, “aunque a algunos vecinos les olía a quemado, aquejados quizás por la psicosis generada por el incendio anterior”, explicó Titu Manzano.
Esta vez solo se trata de la caída de cascotes en un inmueble de la zona. Los bomberos asistieron al lugar para revisar, limpiar y asegurar la zona, evitando así cualquier impacto entre los viandantes. “Esto fue poca cosa, aunque con el incendio del sábado, producto de un descuido, tuvimos mucha suerte”, añadió Manzano.
Este mediodía también se registró otro episodio de caída de cascotes en el casco antiguo de Ribadesella que requirió de la asistencia de los bomberos. En este caso fue en las inmediaciones de la calle Manuel Fernández Juncos, donde se localiza un histórico edificio con graves problemas de seguridad en su fachada. Este inmueble cuenta con bandejas y mallas de protección, pero los desprendimientos a la vía pública tuvieron lugar en otra construcción situada en una de las traveseras que da acceso al casco histórico. En ninguno de los casos hubo daños daños personales.