
La Consejería de Transición Ecológica y el Ayuntamiento de Ribadesella han acordado hoy la constitución de un grupo de trabajo para analizar la calidad de las aguas de la playa de Santa Marina, que en los últimos meses ha sufrido varios episodios que han llevado a la prohibición del baño.
El primero en junio, el segundo entre agosto y septiembre. En ambos casos estuvo cerrada al baño durante cinco días debido a la insalubridad de sus aguas. Para evitar nuevas situaciones de este tipo de cara al futuro, Ayuntamiento y Principado crean un grupo de trabajo. Oro episodio similar tuvo lugar en pleno mes de agosto de 2020.
Este es el acuerdo suscrito hoy por la consejera Nieves Roqueñí y el alcalde del concejo, Paulo García, en una reunión en la que ha participado también Vanesa Mateo, directora general del Agua, y en la que han repasado otros proyectos que la consejería en el concejo.
En la imagen, de izquierda a derecha, Vanesa Mateo, directora general del Agua; la consejera Nieves Roqueñí y el alcalde de Ribadesella, Paulo García.
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