Lo ocurrido ayer con el velero de bandera francesa que ayer se quedó varado y a la deriva en el canal de entrada al puerto de Ribadesella tiene una explicación técnica evidente. Sus tres tripulantes “no tenían ni idea de gobernar una embarcación como la que tenían en sus manos, para nada eran expertos marinos”, afirmó con rotundidad Jesús Amas Valdés patrón de embarcación de la Asamblea Local de Cruz Roja Ribadesella que dirigió la operación de rescate.
Amas no sabe qué les ocurrió, ninguno de los tres le aportó explicación alguna. Tampoco podía esperar más detalles, “porque cuando nos lanzaron el cabo para remolcarlos, nadie, ni el patrón ni ninguno de los otros dos tripulantes se puso al timón del velero por lo que el barco fue zigzagueando por la ría hasta que, por fín, uno decidió ponerse al timón”. Estuvo a punto de encallar en la punta del arenal de Santa Marina (foto superior).
También se las vieron y desearon para amarrar en el pantalán de tránsito del puerto deportivo. “Gracias a que nos ayudó uno de los marinos que estaba atracado en el mismo pantalán y se encontraba en la zona con una zodiac”, añadió.
Recibieron la llamada hacia las 20:15 horas y en un cuarto de hora movilizaron a tres voluntarios y alcanzaron el lugar donde estaba el velero. Jesús Amas se encontraba a esa hora en la rula conversando con un marinero sobre lo que estaba sucediendo. En ese momento, recibió la llamada de emergencias pidiéndoles su colaboración. “Suerte que estaba en el canal, porque si está fuera no podemos hacerlo debido a su envergadura, un barco de entre 12 y 14 metros de eslora”, apuntó.
Por suerte, el velero no tiene grandes daños, más bien algún rasguño, al margen de los problemas que pueda tener en la quilla después de los reiterados golpes con las rocas de cimentación del muro de la Grúa. La situación fue insólita y extravagante. “No merece comentarios, porque no tenían ni idea de gobernar la embarcación”, añadió Jesús Amas Valdés.
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