La Agrupación Socialista de Llanes celebraba hoy la primera asamblea general ordinaria desde el reciente congreso local en el que Antonio Trevín regresaba a la secretaría general. Su reencuentro con la militancia sirvió para agradecer la confianza recibida en unas elecciones que habían contado con una participación del 93%, algo que solo sucede en «muy contadas ocasiones».
El resto del discurso lo utilizó para focalizar su principal objetivo, recuperar para el PSOE el Gobierno de Llanes, «en manos actualmente de una coalición de perdedores» y «anti natura», dijo. Para definirlo, Trevín utilizó la denominación con la que en toda España se conoce al Gobierno presidido por Pedro Sanchez, un Gobierno Frankenstein.
En el caso de Llanes, «encabezado por un partido radical y antisistema y apoyado, entre otros, por un PP que está en las antípodas de lo que dice defender Núñez Feijóo». Un partido popular llanisco que, a su juicio, lleva «siete años traicionando a sus electores» por respaldar a un alcalde que «va en contra del desarrollo de Llanes» y está «paralizando el dinamismo económico y la creación de empleo».
Antonio Trevín entiende que la gestión de Enrique Riestra se resume con dos palabras «mentira» y tacañería» y por eso cree que «esta debe ser su última legislatura». Considera que es un ejecutivo en «desintegración» y no piensa parar hasta «dejar en evidencia su desidia, su descontrol para la seguridad de la ciudadanía llanisca y sus pactos vergonzantes al estilo Groucho Marx».
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