La Sección Tercera de la Audiencia Provincial acoge, mañana, martes, el juicio contra un abogado acusado de estafar a los herederos de un fallecido en Cangas de Onís, a los que ofreció su ayuda para gestionar los trámites de sucesiones, unos hechos por los que la Fiscalía pide una pena de tres años de cárcel y el pago de 122.000 euros.
Los hechos ocurrieron en 2018, después de que se declararan herederos del fallecido, un viudo sin descendencia que murió sin testar, a su hermana y a siete sobrinos.
El día en que se celebró el funeral en Cangas de Onís, el acusado acudió y se presentó ante sus herederos como persona de plena confianza del fallecido.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, el acusado esgrimió esta circunstancia y su condición de letrado para ganarse la confianza de los herederos, que aceptaron su ofrecimiento de gestionar los trámites de la herencia.
Al cabo de cierto tiempo, el acusado les trasladó que el fallecido le debía 122.000 euros por servicios profesionales que había prestado a él y a su esposo, sin ser cierto, exhibiéndoles un documento con un supuesto reconocimiento de deuda a su favor del que se negó a facilitarles copia, pretendiendo que se la reconocieran ellos también.
Ante las dudas que les inspiró su actitud, los herederos se negaron a asumir la deuda pretendida, a lo que el acusado alegó que el propio fallecido había expedido a su favor y contra su cuenta bancaria, en pago de la deuda, un cheque por importe de 122.000 euros, que ya había cobrado.
En el cheque, el acusado personalmente o a través de una persona no determinada, simuló la firma del fallecido para dotar al documento de apariencia de legitimidad y lograr su abono, como así sucedió.
De esta forma, añade la Fiscalía, el acusado ocasionó a los herederos un perjuicio patrimonial de 122.000 euros.