La sucesión de incendios en la villa y concejo de Ribadesella a lo largo de los últimos años ha llevado al alcalde a reivindicar un equipamiento que permita recortar los tiempos de intervención y reducir los daños personales y materiales. Ramón Canal considera que los veinte minutos de respuesta que suelen tardar los bomberos en llegar a Ribadesella “es mucho tiempo, es totalmente excesivo vengan de Cangas de Onís, Llanes o Villaviciosa”
Por ese motivo, anunció que de nuevo retomará las conversaciones con el Gobierno del Principado de Asturias para que el concejo pueda contar, “no sé si con un parque de bomberos o con un retén”. No será la primera vez que Ribadesella pide un equipamiento de esas características. Lo intentó varias veces, pero siempre se encontró con las mismas dificultades. “Hace años se perdió la ocasión y sabemos que coger ese tren en estos momentos es muy complicado aunque volveremos a incidir en ello porque la realidad es tozuda y cada día nos demuestra que, cuando llegan los bomberos, muchas veces ya transcurrió excesivo tiempo”, añadió.
En la última década, Ribadesella ha sufrido importantes incendios en los que, además de lo material, también se perdieron vidas humanas. En enero de 2011, fallecía una vecina en el barrio de El Portiellu al incendiarse el portal 11 de la calle Transmarina. En julio de 2015, el fuego que se inició en la antigua ferretería de Rodrigo Pérez provocó el hundimiento de todas las plantas del portal 19 de la calle Comercio.
En marzo de 2020 otro incendio calcinaba un bajo-vivienda en el portal 4 de la calle Alfonso Covián. Mas recientemente, el 27 de enero de 2021 las llamas devoraban la tienda de moda Stadium, en el corazón de la calle Gran Vía. A esta lista habría que añadir numerosos incendios forestales y otros ocurridos en viviendas ubicadas en núcleos rurales.
El de hoy, miércoles 3 de marzo de 2021, podría quedar incluido entre estos últimos ya que se produjo en una vivienda unifamiliar aislada ubicada en la carretera de la estación, cerca del casco urbano pero a medio camino entre Ribadesella y Collera. Este ha dejado un trágico balance provisional de un muerto y un herido que presenta quemaduras de gravedad y que ha sido trasladado a la unidad de quemados del hospital La Paz de Madrid.
Se trata de dos varones de nacionalidad alemana, de entre 30 y 44 años de edad que, desde hace varios años, vivían como ‘okupas’ en ese inmueble abandonado. La vivienda en cuestión había sido adquirida durante el boom inmobiliario por la promotora Coto de los Ferranes con la intención de incluir los terrenos en el desarrollo urbanístico previsto en la unidad de actuación de Oreyana. Hoy en día es propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), también llamada ‘banco malo’, que nunca intervino ante esa ocupación.
De hecho, los dos ‘okupas’ quedaron incluidos en la lista de personas que fueron auxiliadas por los servicios sociales del Ayuntamiento de Ribadesella durante la primera fase de confinamiento domiciliario provocado por la pandemia. Según explicó el alcalde, Ramón Canal, “los dos quedaron incluidos en el plan de ayuda de alimentos que se repartieron durante aquellos meses”.
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