
La Consejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte ha reabierto al público la cueva de El Pindal, en Pimiango (Ribadedeva), declarada patrimonio mundial por la UNESCO por contar con varios conjuntos de pinturas y grabados rupestres, con nuevas medidas de seguridad para limitar la exposición al gas radón.
Cultura cerró la cueva a mediados del pasado mes de marzo de manera provisional y preventiva tras detectar la presencia de gas radón.
El radón es un gas radioactivo de origen natural que emana del suelo y tiende a concentrarse en espacios cerrados como minas subterráneas, cuevas, viviendas y lugares de trabajo, entre otros, y para que entrañe peligro para la salud de las personas debe tratarse de una exposición prolongada en el tiempo y a niveles muy elevados.
Según ha informado Cultura este jueves en un comunicado, la decisión de reabrir la cueva a las visitas se ha tomado después reorganizar el servicio de guarda-guía y de las propias visitas para garantizar la salud y la seguridad de las personas que accedan a esta cueva.
El Principado ha apuntado que el objetivo es garantizar el acceso en condiciones de seguridad para los trabajadores de la cueva y limitar su exposición al gas radón, mientras continúa el ciclo anual de mediciones ya iniciado a finales de 2023.
De esta forma, se han reajustado los turnos de acceso público a la cueva y al punto de recepción de visitantes, que pasa a estar junto al edificio del centro de interpretación, próximo al aparcamiento de vehículos.
A partir de ahora se programarán tres pases diarios con un cupo máximo de 10 personas cada uno de miércoles a domingo.
Para participar será imprescindible reservar previamente la entrada en el teléfono 608175284 de 15:00 a 17:00 horas de miércoles a domingo.