El 2025 ha comenzado sin dar la bienvenida a nuevos natalicios en el oriente de Asturias. El Hospital de Arriondas aún no se ha estrenado en lo que llevamos de año. Sin embargo, la comarca despedía esta tarde a varios vecinos. Entre ellos, la Madre Celsa Arbesú, perteneciente a la congregación religiosa que dirige la Residencia Hogar San José de la Montaña de Ribadesella, fallecida el 30 de diciembre pasado. El funeral se celebró a las cuatro de la tarde en la iglesia parroquial riosellana.
Y a esa misma hora, pero en Arriondas, fue despedido Luís Íñiguez Vega, histórico comerciante que llevaba una década felizmente jubilado. Un cáncer de páncreas le arrebató la vida en un suspiro. Falleció el 31 de diciembre a los 74 años de edad, para dolor de familiares y amigos, ya que ninguno se esperaba este rápido desenlace
Titu Manzano lo recordaba en la COPE este mediodía, asegurando que “además de pertenecer a una familia tradicionalmente comerciante”, en la tienda que lleva su apellido y que desde su jubilación regenta su hija Maya, también fue “una gran persona y un deportista de gran vitalidad practicando senderismo, montañismo y ciclismo”.
Formó parte de los grupos de montaña Picu Pienzu de Arriondas o Peña Santa de Cangas de Onís, además de Antaina, la Asociación Cultural, Deportiva y Gastronómica de Arriondas con la que colocó la Cruz que él fabricó con quitamiedos en el Picu Moru y en recuerdo a Cuno, uno de los socios fallecido en 2017. Era en este lugar donde Antaina solía instalar cada Navidad el Belén de Cumbres y a donde Luis acudió este mismo año. “Era una persona muy querida porque participaba en todo lo que hiciera falta”, añadió Titu Manzano, a quien le unían lazos familiares.
Luis Iñiguez y Ramona Caldevilla, su mujer
