
La declaración de la alerta naranja anti-covid en los municipios de Cabrales, Cangas de Onís, Llanes, Parres y Ribadesella ha generado opiniones para todos los gustos. Unos lo entienden y lo consideran necesario por motivos de salud general Otros creen que ha llegado demasiado tarde (Aquello de ‘a buenas horas mangas verdes’). Y algunos no la ven necesaria.
Entre estos últimos están los alcaldes de Llanes y Cangas de Onís, que ayer pedían un informe pormenorizado de la decisión y el Partido Popular de Ribadesella, que hoy mostraba su “indignación” con la misma. Según su portavoz, Paulo García, la alerta naranja se debe a “la falta de previsión del Gobierno del señor Barbón, ninguneado por el Gobierno local del señor Canal”.
García considera que los 5 casos positivos confirmados a día de hoy no justifican una alerta de este tipo después de tres meses de confinamiento. Cree que solo sirve para “alarmar a la gente” y teme que la medida acabe dañando los resultados turísticos del otoño. “Si en los meses de septiembre y octubre, en los que el sector puede seguir trabajando, el Principado alarma a la gente con estos temas, se acabarán anulando las reservas y nos quedaremos sin turistas porque tienen miedo”, auguró.
Paulo García afirmó que ha recibido las quejas de los empresarios turísticos del concejo en esa dirección, desde hosteleros, hasta comerciantes y hoteleros. Por ese motivo, le pidió al alcalde que se ponga en contacto con el Gobierno del Principado para que se adopten medidas diferentes a la alerta naranja.