El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha detectado que el puente sobre el río Sella en Ribadesella, construido en 1940, presenta actualmente «síntomas indiscutibles de una degradación progresivamente acelerada» que obligan a cambiar de forma inmediata el tablero y que la forma «más rápida y segura» de hacerlo es con el corte del tráfico rodado.
Según aseguro el ministerio este jueves en un comunicado, las sucesivas inspecciones y la vigilancia continua que se lleva realizando sobre el puente en los últimos meses muestran una «degradación muy acusada» de las vigas del tablero y también de la coronación de las pilas (de hormigón en masa).
En la mayoría de las pilas hay grietas y fisuras en la cabeza, en las zonas bajo los apoyos y en los extremos, que en determinados casos se han traducido directamente en desprendimientos de una porción sustancial del hormigón.
En estas circunstancias, Transportes asegura que «no es viable» la opción de llevar a cabo la sustitución del tablero del puente por mitades, manteniendo un carril abierto al tráfico en uno de sus lados, porque no dejaría espacio suficiente o seguro para apoyar un carro lanzador.
Las alternativas de apoyo del carro lanzador en estructuras independientes de las pilas cimentadas en el lecho del río, según el ministerio, «exceden con mucho el propio alcance del proyecto o de las autorizaciones medioambientales, por lo que conllevarían la anulación del contrato de obras existente y el comienzo de un nuevo proceso de autorizaciones y redacción de un nuevo proyecto».
Así pues, dado el estado de deterioro acelerado del puente, la opción más rápida y segura para el Ministerio es la de acometer de forma inmediata la reparación del puente, con la sustitución completa del tablero en una única fase mediante el empleo de grúas sobre el tablero, garantizando el tránsito peatonal en todas las fases.
El pasado 20 de abril, cientos de personas se manifestasron en Ribadesella para mostrar su rechazo al proyecto diseñado para la reparación y ampliación del puente que une los dos lados del pueblo y que va a permanecer cortado entre septiembre y diciembre durante 15 semanas, lo que obligará a dar un rodeo de más de 20 kilómetros para ir de un lado a otro de la villa en coche.
En la protesta participó el presidente del PP de Asturias, Álvaro Queipo, que aseguró que «no se puede cerrar Ribadesella durante 15 semanas porque hay alternativas» perfectamente viables desde el punto de vita técnico».
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