El pueblo cabraliego de Sotres vivió un auténtico calvario circulatorio esta Semana Santa. La ausencia de suficientes plazas de aparcamiento en Arenas, para que los turistas hicieran uso del transporte público y en Sotres, para que los que llegaran en vehículo particular tuvieran donde aparcar, trajo consigo el caos. “Pasó lo que se preveían, se formó la cola de siempre y la solución que nos aportaron fue la de colocar a una pareja de la Guardia Civil en Arenas parando a la gente con la consiguiente desorganización de otros años”, afirmó la empresaria hostelera Vanesa Fernández Gancedo. Los agentes de Tráfico estuvieron parando a los vehículos a la altura de Llaneces, en plena carretera AS-264
Vecinos, hosteleros y turistas lamentaron la falta de información y el caos generado. En Sotres siguen reclamando una solución definitiva a la escasez de aparcamiento, habilitando un espacio con capacidad para 200 vehículos, pero de cara al próximo verano “no les quedará más remedio que parchear el problema con el alquiler de fincas particulares, aunque antes habrá que abonar los alquileres del año pasado”.
Por suerte, la ocupación hotelera de esta última Semana Santa se resolvió fácilmente “porque las cancelaciones de última hora por el mal tiempo anunciado, se volvieron a ocupar y estuvo bien”. A pesar de las pésimas previsiones, en Sotres no cayó ni un copo de nieve, “no fue para tanto, ya que las mañanas se pudieron aprovechar para hacer monte”, añadió Vanesa. Y de cara al verano “hay mucho volúmen de reservas, hay un mogollón de reservas, muchos extranjeros y la verdad es que la cosa pinta bien”, afirmó.
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